No puedo creer que por fin consiga reirme de aquellos recuerdos de los cuales durante tantos años he intentado huir y olvidar. No puedo creerme que haya superado aquel desengaño ni que pueda mirar sus fotos sin romper a llorar o que al menos una lágrima intente llegar a mi ojo.
Por fin he encontrado un equilibrio que me permite recordar sin derrumbarme y vivir sin acostumbrarme a nada.
Cada una de esas depresiones y de las que sigo teniendo sin ningún motivo aparente me están ayudando a aprender a sentirme a mi misma como persona y aceptarme como tal. A darme cuenta que, por muchos errores que haya cometido y muy zorra que haya sido, por fin puedo considerarme una buena persona, y una buena amiga.
Me merezco la mayoría de las cosas que me han pasado. Karma? Quién sabe.
La positividad y la empatía me están abriendo muchas puertas hacia el futuro, solo necesito terminar de confiar en mi misma.
Y esque, por mucho que sufra, siempre me acabará salvando mi sonrisa.
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